
Alegría y Aventura, eso fue el club deportivo, algo que nos unió a nosotros.Cambió el partido de 5 por lado de una cancha inventada de tierra con arcos de champas ,a la conformación de un plantel para jugar como una institución en un campeonato , y nos convirtió la cancha en un escenario de tantas aventuras de la mano de la amistad. Apoyamos con aliento a nuestros compañeros de club que jugaban, esas frases que sólo nosotros sabemos que valieron tanto (corre conch …. Córtalo hue….).Conocimos el orgullo del primer partido ganado, supimos de la decepción cuando no lo conseguimos.Recuerdo como era la cancha, tanto como recuerdo esa ilusión de joven en lo profundo de mi corazón. Mis compañeros mayores y con más experiencia me enseñaron que la cancha podía ser escenario de grandes batallas.En ocasiones nos costó, tropezamos varias veces al año con el cansancio y el hastío. No obstante sacamos lecciones de las derrotas y nos confortamos en las victorias; lo más importante es que jamás nos quedamos derrotados.Ojalá hubiera una nueva página, donde todos los que hemos pasado volviésemos a entrar a la cancha. Donde tuviéramos que sentirnos felices de escuchar el pitazo del árbitro para comenzar a jugar.La esperanza no es lo último que se pierde, sino que es la fuerza que abre las puertas de los sueños por cumplir. Que nos mueva el deseo de ser mejores, que no nos de miedo el desafío: recuerden que solo el verdadero deseo vence al miedo. Nos criticaron, no creyeron en nosotros. Y dimos la lucha por un acto de amistad y compañerismo y más que nada la motivación de no tener compañeros en el equipo sino amigos. Con muchos discutí y hasta no me comprendieron pero fue por el cariño que le llevo a la institución que formamos entre más que un grupo de amigos “hermanos”. Directivos, compañeros, amigos del club deportivo Almagro; este es mi adiós . Bien sabemos que cuando se regresa de “ visita” se dan inconclusos “hasta luego”No olvidaremos que el destino no se compra, se construye con esfuerzo y como dice nuestro lema más que una institución una familia.
A todos quienes directa o indirectamente estuvieron ahí con nosotros.
Muchas gracias
Claudio R. Rosas G.